Frente a desafíos específicos o en la búsqueda de experiencia externa, las empresas suelen elegir entre dos perfiles: el consultor independiente o el ejecutivo externalizado a tiempo compartido. Aunque estas dos aproximaciones pueden parecer similares, presentan diferencias fundamentales en términos de modalidad de intervención, duración del compromiso y nivel de implicación operativa.
Este artículo te ayudará a comprender estas distinciones y a determinar cuál de estos perfiles se adapta mejor a tus necesidades.

El consultor: un experto para misiones puntuales

El consultor es un especialista externo contratado para intervenciones de duración limitada. Aquí están las principales características de este perfil:

Intervenciones específicas y variadas

El consultor trabaja con diversas empresas y sectores. Su papel es evaluar una situación, identificar problemas y proponer recomendaciones específicas. Es particularmente solicitado para proyectos de transformación, reorganización o gestión de crisis, con un enfoque frecuentemente orientado hacia el diagnóstico y la recomendación.

Perspectiva externa

Su independencia le permite ofrecer una visión fresca sobre los problemas de la empresa. Esto puede ser una ventaja para identificar soluciones rápidas, pero a veces limita su comprensión profunda de las especificidades internas de la empresa, debido a la falta de un vínculo duradero con los equipos.
Por lo tanto, el consultor es adecuado cuando la empresa busca un diagnóstico rápido y recomendaciones específicas, sin esperar necesariamente una implicación en la implementación de las soluciones.

El ejecutivo externalizado a tiempo compartido: un socio operativo y duradero

El ejecutivo externalizado a tiempo compartido, como el modelo propuesto por La Mano Derecha, se diferencia por su compromiso a largo plazo y su capacidad de intervenir de manera operativa. Este innovador enfoque de contratación permite a las empresas acceder a competencias especializadas sin asumir una carga salarial permanente.

Principales ventajas de este modelo:

  1. Implicación en las operaciones y experiencia dedicada
    A diferencia del consultor, el ejecutivo externalizado no se limita al análisis y las recomendaciones. Actúa de manera concreta y operativa, integrándose en la gestión diaria y en la implementación de las estrategias definidas. Este compromiso, generalmente de uno o dos días por semana/mes durante un período prolongado, garantiza continuidad en el acompañamiento y resultados tangibles.
  2. Apoyo de la red de franquicias
    Como franquiciado de La Mano Derecha, el ejecutivo externalizado cuenta con el respaldo de una red nacional: herramientas, formación y el intercambio de experiencias. Esto le permite ofrecer soluciones sólidas, innovadoras y adaptadas a cada empresa.
  3. Integración dentro de la empresa
    Al trabajar regularmente con los equipos, el ejecutivo externalizado desarrolla un conocimiento profundo de las dinámicas internas. Esta cercanía le permite adaptarse a la cultura de la empresa y proponer soluciones personalizadas e inmediatamente aplicables.

¿Consultor o ejecutivo externalizado? ¿Qué elegir?

El consultor es ideal para intervenciones puntuales y específicas, aportando una perspectiva externa y recomendaciones para proyectos concretos. Sin embargo, si buscas un socio comprometido, capaz de intervenir de manera operativa y de integrarse a largo plazo en tu equipo, la opción del ejecutivo externalizado es más adecuada.

En La Mano Derecha, nuestros ejecutivos externalizados a tiempo compartido son expertos dedicados, respaldados por una poderosa red nacional. Si deseas descubrir cómo un ejecutivo externalizado puede apoyar el crecimiento de tu empresa a largo plazo, no dudes en contactarnos.

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